Ingredientes:
- 250 g de harina tamizada
- 100 g de azúcar moreno
- 150 g de mantequilla
- 5 g de bicarbonato
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de jengibre
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
Para decorar:
- 100 g de azúcar glas
- ½ limón en zumo
- Colorantes alimentarios
Elaboración:
En un bol mezclamos la harina tamizada, el azúcar moreno, la canela, el jengibre, el bicarbonato y la pizca de sal, mezclamos bien.
Batimos el huevo y le añadimos la mantequilla a punto de pomada, lo vertemos sobre la mezcla de harina y vamos amasando bien hasta que todo esté bien integrado, procurando que no queden pegotes de mantequilla, cuando toda la mezcla está homogénea, formamos una bola, la cubrimos con film transparente y la dejamos al menos una hora en el frigorífico.

Precalentamos el horno a 180º.
Sacamos la masa de la nevera, la estiramos y usamos los cortapastas para hacer figuras. Los restos que nos vayan quedando los juntamos y los volvemos a estirar, así hasta que acabemos con toda.

Os aseguro que el aroma que libera la masa dan ganas de comérsela ya así.
Horneamos 20´a 180 º.
Mientras hacemos el glaseado para decorar: en un bol tamizamos el azúcar glas y echamos el zumo de medio limón. Homogeneizamos, separamos algunas cantidades si les queremos dar color. Yo eso lo hago con unos pinceles de uso alimenticio. La parte blanca la echamos en una manga con una boquilla muy fina.

Dejamos que las galletas se atemperen y a divertirse decorando, esta es la típica parte que podemos hacer con los niños.


El glaseado de limón da un contraste perfecto con el sabor de las galletas.


Escuchando a Elvis Presley