Ingredientes:
- 25 gramos de cebolla
- 50 gramos de Vuna (atún vegano)
- 200 ml de crema de soja
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de harina de trigo
- Sal/pimienta/nuez moscada
- 50 g de alternativa vegetal al huevo “Natur Green”
- 140 g de agua
- Pan rallado
- Aceite de oliva para freír las croquetas
Elaboración:
Generalmente las croquetas veganas que se ven por ahí son bolas de algo, ricas pero no croquetas, para que haya unas croquetas es indispensable una buena bechamel, así que la vamos a hacer con todos los trucos que conocemos para que nos salgan unas ricas croquetas.
Dos apuntes: en lugar del preparado de Natur Green podemos disolver harina de garbanzo en agua, yo la mezclo a cucharadas, las mismas cucharadas de harina que de agua y muy bien diluida. Siguiente apunte, he usado Vuna, que es una mezcla a base de guisantes con aspecto y sabor a atún de Garden Gourmet, si no queréis usar productos procesados podéis hacerlas de setas o lo que os apetezca.
He usado crema de soja en lugar de leche de soja porque quedan más cremosas, con esta cantidad salen unas 12-15 croquetas de alrededor 18 g.

Vertemos el aceite en un cazo de tamaño suficiente para poder usar las varillas, pero no muy grande para que la mezcla no se expanda por el fondo ya que no vamos a hacer una gran cantidad, cada uno conocemos perfectamente nuestra cazuelada. La cebolla, muy picada, se dora en el aceite y se vierte la harina, mezclamos a fuego bajo para que no se queme, exactamente igual que cualquier bechamel, calentamos un poquito la crema de soja en el microondas, echamos la sal, la pimienta y la nuez moscada al gusto, vertemos la crema caliente en el cazo y añadimos la Vuna bien desmigada, removemos a fuego medio con las varillas el tiempo suficiente para que la mezcla quede homogénea y espese, las bechamel hay que hacerlas con paciencia y cariño.
Vertemos la mezcla en un recipiente del tamaño adecuado y cubrimos con film a ras para que no coja aire. Dejamos en la nevera al menos dos horas aunque yo siempre hago la bechamel de un día para otro.

Para cocinar las croquetas volcamos la mezcla en una superficie enharinada, la cortamos en trozos regulares y embolamos.

La mezcla de 50 g Veggs y 140 g de agua tiene que estar bien batida y homogénea, el proceso será el mismo que para cualquier croqueta, harina, sucedáneo de huevo y pan rallado y luego a freír en abundante aceite caliente.


Como nos ha sobrado mezcla de sucedáneo de huevo y pan rallado, los he mezclado y condimentado con una sal picante a base de sal negra, ají y cayena, he hecho un tubo y lo he cortado, lo freímos también en abundante aceite caliente, quedan crujientes y muy ricos para untar por ejemplo en nuestra salsa vegui favorita, no tiramos nada.



Habrá gente que las pruebe y dirá con voz de prepotencia: ¡Donde estén unas de jamón! En fin, ya sabemos a lo que nos enfrentamos cuando queremos ser respetuosos con los bichis.
Escuchando a Ladilla Rusa