Ingredientes:

• 2 pechugas de pollo ( casi 500g)
• 4-6 rodajas de piña natural
• 1 cucharada de tomate concentrado
• 1 pimiento rojo
• 2 cebollas
• 2 cucharadas de miel
• 1 cucharada de jengibre
• Unas gotas de tabasco
• Vinagre de jerez
• AOVE
• Sal/Pimienta

Elaboración:

Cortamos el pimiento en trozos cuadrados y también las pechugas en cubos.

En la sartén en la que vamos a realizar la receta tostamos un puñado de anacardos y reservamos.

Echamos un chorro de aceite de oliva virgen extra en la sartén y sofreímos el pimiento. Añadimos el pollo, marcamos y doramos bien, añadimos el concentrado de tomate, el jengibre, las gotas de tabasco y sal pimentamos al gusto, añadimos un chorrito de agua, lo justo para que se acabe de cocinar bien todo. Una vez hecho, lo sacamos de la sartén con todo el jugo que se haya formado.

Mientras se cocinaba habremos cortado la cebolla en juliana y las rodajas de piña en trozos.

En la misma sartén donde hicimos el pollo, para no perder ningún sabor, vertemos la cebolla, a fuego lento, añadimos la miel, cuando se haya licuado bien, añadimos un chorro de vinagre de jerez y dejamos que la cebolla se caramelice lentamente, el tiempo que le haga falta. Si es necesario añadimos un poquito más de miel y vinagre, hasta que la cebolla esté transparente.

Este será el momento de añadir el pollo, el pimiento y la piña, mezclamos y dejamos cocinar 5 minutos para que emulsionen los sabores. Es el momento de rectificar de sal, pimienta y, si nos gusta el picante, añadir unas gotas más de tabasco, aunque es un plato que debe quedar equilibrado de sabores, ni muy dulce ni muy picante.

Presentamos con unos picatostes tostados por encima

Escuchando a Tanxugueiras