Ingredientes:
- 100 gr mantequilla
- 100 gr de harina
- ½ l de leche
- 3 pechugas de pollo finas a la plancha
- Queso azul (unos 80 g)
- harina
- 1-2 huevos batidos
- sésamo
Elaboración:
Estas se puede decir que son unas croquetas de aprovechamiento, aunque las croquetas lo son muchas veces, quien no ha hecho croquetas con las sobras del cocido.
Había hecho el día anterior unas pechugas a la plancha, las había sazonado con sal de ajo, también tenía por la nevera un trozo de queso azul, y como podéis ver en la foto, unos pocos tacos de jamón, muy pocos.

Así que me dije, vamos a hacer unas croquetas.
En un cazo, derretimos la mantequilla a fuego suave. Añadimos la harina de golpe, removiendo continuamente hasta deshacer los grumos de harina. Cocer de 2-3 min sin parar de batir y, añadiremos el queso, el pollo y el jamón muy desmenuzados.
La leche yo la echo bien en caliente, toda junta pero también se puede añadir fría, a chorrito fino. Rectificamos de sal, teniendo en cuenta que tanto las pechugas como el queso ya están saladas, añadimos un poco de nuez moscada y pimienta al gusto. Cocemos lentamente hasta que empiece a espesar y la bechamel se separe del fondo del cazo. Retiramos del fuego.
Depositamos sobre una placa o bandeja cubierta de film y la cubrimos también con film a ras de piel. Yo las suelo hacer la noche anterior.

Una vez fría y solidificada la pasta, la sacamos y enharinamos.
Para mi es más fácil formatearlas cortándolas en cubitos de más o menos el mismo tamaño, salen entre dos, dos docenas y media de unos 25 g, este peso varía en función de que coincida que lleven más pollo en ese trozo de la mezcla o no.

En este caso les he dado forma redonda, en lugar de la típica croqueta, y después de pasarla por harina y huevo, las he rebozado en sésamo en lugar de pan rallado, quedan muy crujientes y les da un sabor novedoso.

Freímos en aceite bien caliente y a comer.

Escuchando a Black Sabbath