
Ingredientes:
- 200 g de leche fría
- 400 ml de leche de coco
- 200 g de chocolate blanco para fundir
- 3 yemas de huevo
- 100 g de queso mascarpone
- 100 g de leche condensada
- 6 hojas de gelatina neutra
- Colorante negro y plateado
- Moldes frikis de Star Wars
Elaboración:
Lo primero que hacemos es hidratar la gelatina en la leche fría y medir todos los ingredientes (mise en place) incluidos el molde y los colorantes.
gelatina hidratada en la leche mezcla de mascarpone y leche condensada molde y colorantes
Montamos las yemas hasta que adquieran un color blanquecino y reservamos en frío.

Troceamos el chocolate y lo ponemos en un bol metálico lo suficientemente grande para que podamos mezclar bien. El chocolate es conveniente que sea especial para fundir, este tipo además suele venir en onzas con su peso, esto te facilita algo el trabajo.

En un cazo llevamos la leche de coco a ebullición y echamos la leche con la gelatina, cuando esta esté bien disuelta y el conjunto vuelva a hervir, lo vertemos sobre el chocolate y mezclamos bien con una varilla hasta que se mezcle y disuelva, debería fundirse sin dificultad con el calor de los lácteos. Dejamos atemperar un poco.

Añadimos el queso, la leche condensada y por último las yemas, integramos bien todo el conjunto.
Cuando la mezcla esté homogénea, echamos unas gotas de colorante negro y otras de colorante plateado, por supuesto de uso alimentario, hasta obtener el característico color de la carbonita que doy por hecho que por todos y todas es conocido.

Vertemos en el molde y congelamos para que nos sea más fácil desmoldar por una parte y además porque esta tarta está muy rica fría.

Lo ideal es hacerla la víspera y dejarla toda la noche en el congelador.
Desmoldamos con cuidado y conservamos en nevera unas horas, perderá el punto de congelación pero estará muy fría, y ya os la podéis comer a no ser que os de pena romper esta obra de arte.

Por supuesto, escuchando …