
Ingredientes:
- Para la base:
- 100 g de galleta molida
- 40 g de mantequilla
- Para el pastel:
- 500 g de queso crema
- 130 g de nata
- 35 g azúcar glas
- 3 huevos
- 40 g harina de maíz
- 150 g de dulce de leche
- Unas gotas de esencia de vainilla (opcional)
- Para el pastel:
Elaboración:
Se forra de papel de horno el molde escogido o se unta bien de mantequilla.
Se precalienta el horno a 180 º o un poco menos si vuestro horno es muy potente.
Se ponen los 40 g de mantequilla a punto de pomada y se mezcla bien con las galletas molidas y se prensan en toda la base de molde, se mete en el frigorífico mientras hacemos la mezcla del pastel.
Cogemos un bol grande y echamos los huevos y el azúcar y mezclamos bien, a continuación vamos añadiendo e integrando con unas varillas: el queso, el dulce de leche, la nata y por último la maicena, este sería el momento de añadir también la vainilla, yo personalmente no la echo.
Cuando la mezcla esté homogénea y sin grumos se saca el molde de la nevera y se vierte la mezcla en él.
Se mete en el horno 15´a 180º y se baja el horno a 150º dejándolo aproximadamente 1,5 horas. Se comprueba que tenga consistencia de pastel de queso, se puede tocar y ver que está firme, si se introduce una brocheta no debe salir limpia del todo.
Se deja reposar en el horno hasta que se enfríe, después es conveniente que esté un par de horas en nevera.
Está decoradp con fresas y almendras chocolateadas.
El interior debe ser esponjoso, yo reconozco que se me rompió al desmoldar y lo disimulé con la decoración. Pero yo aquí muestro mi cocina real, sin filtro ni trampas.

Eso sí, estaba buenísima.
Escuchando a: El Mago de Oz